


"La Venta podría ser un punto de encuentro intergeneracional"
Hablamos con la Comisión de Fiestas de San Isidro de Andra Mari.
Las fiestas de Andra Mari son la excusa perfecta para poner en contacto a vecinos y vecinas de Andra Mari con los agentes que dan vida al barrio. Durante las fiestas se realizan diferentes actos con Asociaciones como Itxas-Argia y Argia Fundazioa, clubes deportivos que realizan su actividad en el polideportivo y colectivos que trabajan a favor del euskera. La comisión de fiestas es el espacio ideal para tomar contacto con la realidad del barrio y hacerlo, además, de una forma divertida.
¿Qué conocéis de La Venta?
Hemos conocido La Venta como un bar que antes funcionaba y ahora está cerrado. La verdad es que no vemos mucho movimiento en la zona; casi no hay comercio, quedan sólo dos tiendas -la fruteria y la panadería-, además de tres bares. Nuestro barrio se ha convertido en ciudad dormitorio y las personas que ahora viven aquí salen y entran de su casa en coche, sin mantener apenas relación con el barrio. La vida se concentra en Malakate donde se juntan personas de diferentes edades.
¿Qué uso podríamos dar a La Venta?
Además de un lugar que acoja a las personas jubiladas del barrio, podría ser un punto de encuentro intergeneracional donde se puedan realizar actividades como ‘berbalagun’, que sirvan para la transmisión del euskera de Getxo; sería bonito juntar a personas mayores que todavía hablan euskera de Getxo con personas más jóvenes.
También se nos ocurren actividades que tengan que ver con la creación colectiva y la producción de vídeo. Desde el punto de vista del espacio físico, debería ser un espacio multiuso que disponga de salas de reuniones y un taller. A nosotros, por ejemplo, nos haría falta un local para poder reunirnos.
En cuanto a la gestión, en primer lugar, pensamos que debería ser acordada con las personas mayores y podría ser autogestionada por una asamblea estable. No es fácil, ya que la gestión de un espacio puede generar gran carga de trabajo a las personas que lo sustentan, que casi siempre son mujeres. Una ludoteca o biblioteca también estaría bien; si hay algo para niños, debería haber una persona responsable.